domingo, 10 de julio de 2011

Prensa de la muestra en Galería RO

Arte y Filosofía: de Platón a la actualidad.

por Natividad Marón

La filosofía se ha dedicado al análisis del fenómeno artístico desde distintos puntos de vista, en diversos momentos históricos. Pasando por las teorías de la mímesis y la belleza, el canon y la perfección, hasta la constitución de la Estética como disciplina autónoma (resumiendo a grandes rasgos), numerosos han sido los acercamientos desde este ámbito disciplinario para tratar de explicar qué es el arte y cuáles son sus significaciones.

En los tiempos que corren, hay manifestaciones, sobre todo conceptuales, que se acercan a la problemática desde puntos de vista diversos. La muestra “Universos Paralelos”, que expone trabajos de Miguel Angel Giovanetti y Luis Espinosa, puede ser considerada por varios aspectos una experimentación conjunta: desde la filosofía platónica se acercan a temáticas diversas y actuales, utilizando como medio de comunicación de las mismas al arte, específicamente la pintura.

Lo primero que llama la atención al entrar en la galería es el hecho de que ambos artistas, Miguel Angel Giovanetti y Luis Espinosa, eligieron el mismo elemento geométrico para expresarse de forma propia e individual. El trabajo intelectual en conjunto genera distintos resultados partiendo de la misma base teórica, complementándose en la diferencia. Base que tiene su raíz en la filosofía platónica. La idea fundante, tomada de su “Timeo”, es aquella de los cuatro elementos (tierra, agua, fuego y aire) y los cuerpos geométricos (tetraedro, octaedro, icosaedro y cubo) en relación con la constitución del universo. Idea que se completa con el dodecaedro, figura elegida por los artistas como soporte.

El pentágono, para Platón modelo de perfección y equilibrio, es llevado en el dodecaedro (como parte constituyente del mismo) a modelo explicativo del universo creado por Dios. Así, al convertirse en soporte artístico, todo significado se amplifica y multiplica en él, debido a esta carga simbólica que adquiere. El mismo puede armarse como caja, uniendo sus doce partes pentagonales. Caja de Pandora que al ser desarmada desentraña distintos significados. La base teórica le otorga a las obras un entramado filosófico vital para su constitución sumamente enriquecedora.

En el caso de Giovanetti, el color fuerte y contundente, formando líneas semicirculares dentro de cada pentágono con ángulos duros, usando el óvalo como efecto de contraposición y, a su vez, complementariedad y dinamismo. La abstracción es lo predominante en sus obras, así como una sensación de búsqueda de suavizar los bordes tajantes.

En el de Espinosa, la palabra y la figura se expanden en el ámbito geométrico: el griego, remitiendo a Platón nuevamente, y la figura fito-zoológica. La palabra es frase-forma, y la imagen surge de ella, representando así lo humano y lo animal, lo vivo en el universo. La ciencia estudiando los fenómenos naturales en todas su espectro y dimensiones. Una palabra repetida en sus pentágonos, traducida al castellano, se refiere a la idea de Platón de escritura “como luz que atraviesa”. Vinculación nuevamente entre lo óptico (ciencia) y lo artístico, que a su vez constituye un ida y vuelta con Giovanetti y sus colores.

Resultante de estos dos polos de trabajo, partiendo de la idea común en ambos artistas, nos encontramos con una profunda investigación plástico-filosófica, donde se juega con la regularidad y la irregularidad, lo figurativo y lo abstracto. Se presenta con una actualidad absoluta, tratando conceptualmente problemáticas de larga data, como la constitución del universo, la evolución del hombre, la ciencia y la tecnología, tratadas desde el campo artístico.

Nos hace plantearnos preguntas que quizás, inmersos en la cotidianeidad, no nos hacemos porque hemos perdido en el trajín del mundo postmoderno el tiempo para filosofar, para pensar, para meditar. Y esto ocurre porque todo está ya dado, manipulado, “empaquetado” para el consumo sin conciencia.

Quizás sea hora de que la retomemos y podamos volver a preguntarnos, con ayuda del arte por ejemplo, ciertas cuestiones que nos atañen. Justamente el arte es aquel ámbito salvador que puede devolverle al hombre la libertad que ha ido perdiendo, y que necesita recuperar. Quizás el arte sea esa caja de pandora formada de dodecaedros que cada uno de nosotros puede abrir y encontrar en ella lo que necesita, lo que desea, lo que anhela, o darse cuenta de lo que le disgusta, desagrada, repele, y buscar la voluntad para poder cambiarlo.
La muestra, como se ve, tiene múltiples significados. Queda en cada uno de los visitantes a la misma descubrir en él mismo qué le genera.




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